viernes, 15 de noviembre de 2019

UN RETO!


A ver quien es capaz de decirme de qué va este texto. Podéis hacerlo a través de vuestros comentarios.


“El primero que, tras haber cercado un terreno, decidió decir: Esto es mío y encontró personas lo bastante simples para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil. Qué de crímenes, guerras, asesinatos, qué de miserias y horrores habría ahorrado el género humano aquel que, arrancando los potos o llenando el foso, hubiera gritado a sus semejantes: Guardaros de gritar a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y que la tierra no es de nadie (…)”

Tabla comparativa entre la Primera y la Segunda Revolución Industrial.


Principales inventos/inventores de la II Revolución Industrial.


PRÁCTICAS


Aquí os dejo las prácticas que no hemos podido copiar en clase:


Todo sistema o de preferencia extraordinaria o de restricción, se debe considerar fuera de lugar, para que de su rechazo se establezca el simple y evidente de la actividad agrícola, mercantil y manufacturera. Todo hombre, con tal de que no incumpla las leyes de la justicia, debe quedar totalmente libre para escoger el medio que mejor le parezca para buscar su modo de vivir y sus intereses; y que puedan salir sus producciones a competir con las de cualquier otro individuo de la naturaleza humana.

Según el sistema de la libertad de negocios, al rey sólo le quedan tres obligaciones de gran importancia: la primera, proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes; la segunda, la obligación de establecer una exacta justicia entre sus pueblos; la tercera, la de mantener y erigir ciertas obras y establecimientos públicos, a los que nunca pueden alcanzar los intereses particulares...
Adam Smith. Investigación sobre la naturaleza y causas de la Riqueza de las Naciones. 1776.


En las manufacturas de la lana, la máquina cardadora, la máquina hiladora y la lanzadera volante han reducido el trabajo manual en un tercio, y cada una de ellas en su primera introducción provocó la alarma de los trabajadores, a pesar de que todas han contribuido a mejorar los salarios y a incrementar el comercio, hasta el punto de que si se intentase hoy privarnos de su uso, no hay duda que toda persona relacionada con este negocio debería defenderlas.
Partiendo de estas premisas los empresarios abajo firmantes, pensamos que es un deber hacia nosotros mismos, a la ciudad de Leeds y en general al país entero, declarar que protegeremos y apoyaremos el libre uso de cualquier mejora propuesta para el sector textil por todos los medios legales a nuestro alcance (...)

Petición elevada por los empresarios textiles de Leeds en defensa de las máquinas. 
J. F. C. Harrison, Society and Politics in England, 1780-1960 .